Poema Sólo siento
«Suenan las deshoras en esta calma vívida, un silencio noctámbulo que lo abraza todo, incluso a mí mismo…
Mis pies se posan como un ave pacífica en medio de esta nada, descalzos, se acomodan, urgan un poco en los restos de los que un día tuvieron vida, pinos, plantas, rocas, tierra que parece seca pero repleta de tiempo nuevo y respiraciones antiguas;
Mis uñas se mudan, son como extensiones de la carne mía, grises, verdosas ramas que con los dedos se juntan; Mis piernas languidecen, los ojos observan como me adentro en la tierra fértil al ritmo de las olas…
Mis pies son ya de ella, me abraza con fuerza, fotografío para mí estas raíces nuevas, y siento su latir subiendo por mis arterias;
Me entrego a esta posesión divina, me dejo llevar por este vendabal de vida, y el frío se mezcla con el calor de la roca;
De pronto oigo una voz con unas orejas todavía mías, es mi ego que suplica, no lo acallo, lo dejo ahí, murmurando solo…solo…
Ella va tirando, va subiendo en mí como lo haría una enzina, y mis piernas son ya de mi tronco esa curvatura fina, aquella línea curva que amolda mis raíces a mis vísceras;
Medio humano, medio siervo de la vida, extiendo los brazos esperando esta dicha.
La Luna aparece como de la nada entre mis ramas, y mis uñas, hojas nuevas de un verde intenso, que se voltean curiosas al son del viento, resplandecen como estrellas fugaces en medio de esta marea… Susurro…susurro con mis ramas, con mis hojas, plantado entre nuevos compañeros, algunos me acarician con sus yemas, y mis ojos se confunden en el gris del tronco… ya no veo…sólo siento… Sólo siento el reír de las horas, conversaciones terrenas habladas con palabras de nada… de murmullos, de gemidos, algún tintineo seco de una roca que salta… y me callo, escuchando al fin el sonido del todo, pacientemente dormido, dentro de la nada…”
Poema Solo siento, por Jaume Vaquer Sánchez