Poema La tarde se marcha con calma
«Me huelo
entre estas pestañas,
sombras que se alargan
acarician mis versos
desde lejos
en esta isla sin tiempo
sin nostalgias ni lamentos;
Remansos de luz
que se pasean aquí y allá
entre mis huesos
aletean, me descansan,
y me siento aquí
como me sentía desnudo
de mis pesos y mis miedos…
Me pregunto en esta calma,
en esta vida llena de agua,
si habrá esta paz
cuando por fin reniegue
de las cadenas que me amordazan,
si seguirá siendo éste el yo
que regrese tras los años,
persiguiendo promesas
todavía vanas,
búsquedas inútiles
de las mañanas planas…
Unos pájaros me cantan,
me alertan de este tiempo
que se marcha,
y la luz acaricia
como lenguas enamoradas,
los bordes efímeros
de esta tarde que se levanta…
formas que se duermen
en las acolchadas sombras
que mi mente echa,
jardinera ella en época de siembra;
La tarde toca a vísperas,
elegante en esto
de marcharse con calma,
se despide de estos versos,
oteando desde lejos mi cuaderno,
silba como silban los niños:
sin importar siquiera
si alguien oye la música
de sus silbidos…»
Poema La tarde se marcha con calma, por Jaume Vaquer Sánchez