Poema la Lengua secreta de las cosas
«La luz se arrastra
acariciando los silencios
que brotan de este suelo
manchado de vida,
juega con sus texturas,
distrayéndose aquí y allá
por sus arrugas;
Las sombras, calladas,
parece que se hablan
en una lengua secreta de las cosas,
sombras de ventanas y de sillas,
sombras ínfimas de la rugosidad
del suelo que aguarda…
Respiro quieto,
acariciando de mi mesa su madera,
absorto en un devaneo de mis sienes
que escuchan la nada
repleta de sílabas,
de muletillas recitadas
en esta lengua
de siluetas que brillan;
Con cada guiño,
algo más entra
a través de mis sentidos,
un aire, un eco nuevo
que resuena en los recuerdos,
bajorelieves del suelo…
Las sillas se hablan
palabras de anoche,
palabras germánicas
de parejas todavía vivas;
las ventanas reviven
fulgores de visiones olímpicas,
miradas curiosas
de amantes efímeros
que pasan y pasan
como si poseyeran amores
que mueren mañana;
La luz despierta
de un solo tacto
mi mano, los ojos,
de mi letargo,
en medio de esta
jauría de sílabas,
enfoco la luz, las sillas,
el suelo que tararea
canciones vestidas de estrellas…
Una chica cruza
la luz efímera
que se asoma, de visita,
todo calla,
todo aguanta sus ecos,
oigo susurros en el crepitar
de las sillas…
todo contiene una respiración
que,de amor, vibra;
disparo, y con la captura
esta lengua de la nada
se despide de la chica
que pasa como en una huida…
Disparo, y con la captura
entra esta lengua de sombras,
luces, y vidas…»
Poema La lengua secreta, por Jaume Vaquer Sánchez
Vivencias poéticas del poema
«La lengua secreta de las cosas»
Una foto, a veces, es como intentar reflejar aquello que ves o sientes en un momento determinado de tu vida.
En un viaje a Berlín, en Junio de 2014, me detuve en un café para comer.
No había nadie más que una camarera y un encargado, pero el local respiraba todavía a conversaciones de la noche anterior.
Incluso la camarera y el encargado tenían todavía algo en sus miradas de la noche anterior.
Pero lo que me llamó más la atención fueron las cosas del local, especialmente el suelo y sus sombras.
Parecían hablar en medio del silencio de una forma tan elocuente que captaba cada una de las «palabras de nada».
El silencio se mezclaba con una ligera brisa que entraba por la puerta abierta, dejando entrar la luz del exterior.
En esa calma, estaba escribiendo hasta que algo me empujó a quitar la tapa del objetivo de mi cámara.
La camarera, evidentemente, me miraba con cara de ridiculez.
El sitio en el que sueles pasar tantas horas, pocas veces parece interesante.
Pero para alguien que acababa de aterrizar en él, había detalles que me sugerían muchas sensaciones.
Cosas del turista, supongo…
En una de las tomas pareció que todo se calló de golpe, las sillas, las ventanas…todo enmudeció cuando una chica se paseó por la entrada del local y parecía que quería entrar.
Disparé, y, como la chica pasó de largo como si fuera parte de un decorado andante de un teatro de cosas, en un instante todo volvió a susurrar palabras de nada.
Uno de esos momentos que supongo que poca gente entenderá, pero que a mí, me encantan…
Poema La lengua secreta de las cosas…
Vivencias poéticas, el blog de cómo escribí, fotografié y sentí!